Habitos de higiene para niños actividades
Actividad de limpieza para estudiantes
Mantener la higiene personal no sólo es necesario para reforzar la inmunidad, sino también para contener la propagación de enfermedades contagiosas. En las circunstancias actuales, nunca se insistirá lo suficiente en su importancia. Aprovecha este momento para enseñar a tu hijo todo lo relativo a la higiene personal básica y algunos buenos hábitos para mantenerla.
Las manos pueden ser portadoras de gérmenes si no se lavan y cuidan adecuadamente. Las manos sirven para cocinar, comer y para todas las tareas básicas. De ahí que debamos prestar la máxima atención a la higiene de las manos. Los estudios demuestran que lavarse las manos con agua jabonosa podría reducir las enfermedades diarreicas en un 50%, así como las infecciones respiratorias. A continuación te explicamos cómo puedes desarrollar este hábito en tu hijo:
La higiene corporal incluye el cuidado de todas las partes del cuerpo que, si no se lavan correctamente, pueden contraer infecciones muy pronto. Tu participación activa en el mantenimiento de la higiene corporal de tu hijo es imprescindible. He aquí cómo:
Los niños suelen padecer resfriados comunes entre seis y ocho veces al año, y por eso es importante enseñarles la higiene sanitaria para evitar que los gérmenes y las infecciones bacterianas se propaguen. Cuando tu hijo tenga la gripe o cualquier otra enfermedad infecciosa, recuérdale los siguientes consejos:
Actividades de higiene para los primeros años
Los niños son más propensos a enfermar que los adultos, la razón es que los niños están en estrecho contacto con otros niños en las escuelas y los gérmenes pueden transmitirse fácilmente, especialmente en el patio de recreo. Por desgracia, la mayoría de los niños no son conscientes de su higiene personal como deberían, lo que aumenta indirectamente el riesgo de enfermedad entre los demás alumnos.
La higiene es mucho más que lavarse las manos. Las escuelas deberían crear un ambiente en el que se enseñara una buena higiene y se inculcaran buenos hábitos, como el de lavarse las manos, a una edad temprana. Los hábitos que se enseñan a una edad temprana permanecen durante toda la vida. Haga que estos hábitos sean divertidos para los niños, de modo que les resulte fácil ponerlos en práctica y aprender de ellos.
sólo cuando disfruten llevándolos a cabo. Se puede enseñar a través de actividades co-curriculares, concursos realizados en las escuelas, premios e incentivos, etc. La importancia de la higiene puede transmitirse a los alumnos de forma divertida.
Lavarse las manos es un aspecto integral de la buena higiene. Para deshacerse de los gérmenes después de jugar en el campo o cuando se entra en contacto con calles polvorientas, animales vagabundos o un alumno enfermo, es importante enseñar a los alumnos la importancia de lavarse bien las manos y de frotarlas adecuadamente con limpiadores antisépticos, especialmente después de haber utilizado el lavabo.
Salud e higiene para los niños.
Lavarse las manos es una forma fácil, barata y eficaz de evitar la propagación de gérmenes y mantener sanos a niños y adultos. Cuando su familia está sana, no tiene que preocuparse por faltar a la escuela, al trabajo o a otras actividades.
Los padres y cuidadores desempeñan un papel importante a la hora de enseñar a los niños a lavarse las manos. Lavarse las manos puede convertirse en un hábito saludable para toda la vida si se empieza a enseñar a una edad temprana. Enseñe a los niños los cinco sencillos pasos para lavarse las manos -mojar, hacer espuma, frotar, aclarar y secar- y los momentos clave para lavarse las manos, como después de ir al baño o antes de comer. Puedes encontrar formas de hacerlo divertido, como inventar tu propia canción sobre el lavado de manos o convertirlo en un juego.
Desarrollar la habilidad de lavarse las manos lleva tiempo. Al principio, tu hijo necesitará que le recuerdes regularmente cómo y cuándo debe lavarse las manos. Es especialmente importante recordar a los niños que se laven las manos después de ir al baño, antes de comer, después de tocar a las mascotas, después de jugar al aire libre y después de toser, estornudar o sonarse la nariz. Pero una vez que el lavado de manos se convierte en un hábito y en una parte habitual del día de su hijo, lo practicará durante toda su vida.
Actividades de higiene para el jardín de infancia
Si el «¡Déjame hacer!» encabeza la lista de frases favoritas de tu hijo, estás en buena compañía. Los niños en edad preescolar suelen querer hacerlo todo ellos mismos: encender el ordenador, contestar al teléfono, dar de comer al perro y elegir su ropa. Pero cuando se trata de la higiene personal, hay algunas habilidades que incluso al niño más «yo lo hago» le importan poco. Como padre, tienes que caminar por una línea difusa; quieres fomentar la incipiente independencia de tu hijo dejándole que se ocupe de sí mismo, pero tienes que estar muy involucrado en su limpieza para asegurarte de que lo hace bien.
Aunque los niños en edad preescolar quieren ser responsables de su propio cuerpo, depende de ti convencer a tu hijo de lo importante que es una buena higiene. Quizá te sorprenda descubrir que lo más difícil es dejarle practicar para que acabe haciéndolo solo. «Si va despacio o hace un trabajo descuidado, es posible que quieras intervenir y lavarte las manos por él, pero resiste la tentación. Uno de los mayores retos para los niños que están aprendiendo estas habilidades es la falta de oportunidades para practicar», dice el doctor Christopher Jones, profesor asistente de psicología del desarrollo en la Universidad de Puget Sound, en Tacoma (Washington). Tómate el tiempo y ten paciencia para enseñarle estos hábitos saludables ahora, de modo que cuando esté preparado para afrontarlos en solitario, puedas estar seguro de que hará un trabajo de primera.