Calidad del sueño en estudiantes universitarios: importancia de la higiene del sueño

Calidad del sueño en estudiantes universitarios: importancia de la higiene del sueño

Calidad del sueño en estudiantes universitarios: importancia de la higiene del sueño

Índice de calidad del sueño de pittsburgh

El objetivo de nuestro estudio era evaluar la calidad del sueño entre los estudiantes universitarios de los EAU, así como encontrar los factores que podrían influir en ella. Además, analizamos brevemente las consecuencias que podría tener una mala calidad del sueño.
Nuestro estudio se realizó con estudiantes universitarios. 105 hombres y 185 mujeres participaron voluntariamente en el estudio. Se descubrió que el 67% de los estudiantes padecen realmente trastornos del sueño y una mala calidad del mismo. Esto se correlaciona con dos estudios realizados en Taiwán y Estados Unidos, que mostraron que la mayoría de los estudiantes universitarios sufren de trastornos del sueño. Sin embargo, los factores elegidos no mostraron ninguna significación para establecer una conexión que conduzca a la mala calidad del sueño ( Taylor, 2004; Buboltz, 2001).
La diferencia de género no fue significativa, aunque estudios anteriores muestran que las mujeres informaron de más alteraciones del sueño que los hombres6. Los diferentes grupos de edad no mostraron realmente ninguna significación (p=0,356), aunque el grupo de estudiantes mayores de 24 años tenía la mejor calidad de sueño que los otros dos grupos (28% frente a 34% y 48%).

Investigación sobre la calidad del sueño

Un sueño adecuado contribuye a la salud y el bienestar general del estudiante. Los estudiantes deben dormir la cantidad adecuada de horas por la noche para ayudar a mantenerse concentrados, mejorar la concentración y el rendimiento académico.
Los niños y adolescentes que no duermen lo suficiente tienen un mayor riesgo de padecer muchos problemas de salud, como la obesidad, la diabetes de tipo 2, la mala salud mental y las lesiones.1-4 También son más propensos a tener problemas de atención y comportamiento, lo que puede contribuir a un bajo rendimiento académico en la escuela.1,2
Las escuelas pueden añadir la educación sobre el sueño al plan de estudios de K-12 para ayudar a los niños y adolescentes a aprender por qué el sueño es importante para mantener un estilo de vida saludable. Las lecciones sobre los patrones y los trastornos del sueño, los ronquidos, la conducción somnolienta y el insomnio son algunos de los temas que los profesores pueden tratar en el aula para ayudar a los estudiantes a desarrollar hábitos de sueño saludables.
Los programas de educación sobre el sueño en la escuela pueden dar lugar a un aumento significativo del tiempo total de sueño durante los días de la semana y los fines de semana, así como a una mejora de la higiene del sueño (hábitos que favorecen el buen dormir) tras su finalización.6 Sin embargo, se necesita más investigación para determinar la mejor manera de mantener estas mejoras a largo plazo. Una posible estrategia es incorporar sesiones de repaso para los estudiantes.

El impacto de la duración del sueño en el rendimiento académico de los estudiantes universitarios

Hasta el 60% de los estudiantes universitarios sufren una mala calidad del sueño, y el 7,7% cumple todos los criterios de un trastorno de insomnio. Los problemas de sueño tienen un gran impacto en el día a día de los estudiantes, por ejemplo, en la media de notas. Debido a las rutinas diurnas irregulares, los cambios de cronotipo, los trabajos paralelos y los periodos de exámenes, necesitan tratamientos especializados para mejorar el sueño. «Studieren wie im Schlaf» (SWIS; (estudiar mientras duermes)) es un entrenamiento del sueño multicomponente que combina la Terapia Cognitivo-Conductual para el Insomnio y la Hipnoterapia para el Insomnio para mejorar el sueño de los estudiantes, los síntomas del insomnio y las pesadillas. El objetivo del presente estudio es evaluar la aceptación, la viabilidad y los primeros efectos del SWIS.
Veintisiete estudiantes (media =24,24, desviación estándar =3,57) participaron en un estudio de diseño pre-post. La aceptación y la viabilidad se midieron con cuestionarios. Además, se aplicó el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI), registros de sueño y actigrafía. Otras variables abarcaron la somnolencia diurna, los rasgos de personalidad relacionados con el sueño y las cogniciones sobre el sueño.

Calidad del sueño y depresión en estudiantes universitarios: una revisión sistemática

La higiene del sueño es la práctica de buenos hábitos de comportamiento y ambientales que pueden ayudar a dormir mejor. Practicar una buena higiene del sueño va más allá de comprar un colchón cómodo. Lo que se hace durante el día y durante la noche puede tener un gran impacto en la calidad del sueño.  Algunos ejemplos de una buena higiene del sueño son hacer ejercicio con regularidad y evitar las siestas frecuentes durante el día. Una buena higiene del sueño puede mejorar su salud general del sueño, lo que se traduce en un sueño más tranquilo y profundo. Nuestra guía detalla exactamente qué es la higiene del sueño, si realmente funciona o no, y formas sencillas de empezar a aplicarla en su vida.
La higiene del sueño tiene el potencial de mejorar su capacidad de conciliar y mantener el sueño. Incluso unos pequeños ajustes en su rutina diaria y nocturna pueden tener un gran impacto en su calidad de sueño. Sin embargo, la práctica de una buena higiene del sueño no es una cura para todos los trastornos del sueño y no debe sustituir al tratamiento médico si experimenta síntomas de trastornos crónicos del sueño como el insomnio.  La higiene del sueño está pensada para ser practicada por aquellos que se consideran «durmientes normales» y que pueden experimentar pequeñas dificultades de sueño en algún momento de sus vidas. Si practica una buena higiene del sueño y sigue sin dormir bien, es posible que desee consultar a un médico.

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