Limpiar muebles de madera con amoniaco
Cómo desinfectar los muebles de madera sin dañar el acabado
Si tienes muebles lacados en casa, tanto si tienen un acabado brillante como mate, te recomendamos que te ocupes de su mantenimiento. Los muebles lacados son bonitos y ofrecen muchas ventajas, pero también son delicados. Con el tiempo, puede tender a amarillear o adquirir una desagradable pátina de suciedad.
Especialmente cuando nos enfrentamos a manchas rebeldes, tendemos a utilizar esponjas abrasivas o detergentes agresivos: ¡no lo haga! No utilice nunca esponjas abrasivas, estropajos de acero, productos corrosivos, amoníaco, lejía, productos ácidos o descalcificadores.
El alcohol etílico es un quitamanchas muy eficaz pero agresivo. Sólo puede utilizarse para limpiar muebles lacados brillantes (nunca mates) y sólo cuando se diluye en agua caliente. Si no se utiliza correctamente, el alcohol puede dañar las superficies lacadas dejando rayas.
Si la suciedad es difícil de eliminar, recomendamos el uso cuidadoso y moderado de alcohol diluido o de productos como Glassex multiusos sin amoníaco, o Vetril. Si tras la limpieza del mueble quedan rastros o marcas, significa que la suciedad no se ha eliminado completamente, que se han utilizado productos muy agresivos o que el agua es muy calcárea. En este caso, se recomienda volver a limpiar la superficie con cuidado y secarla inmediatamente, asegurándose de que el paño de microfibra no contenga restos de detergente.
Cómo limpiar muebles de madera con vinagre
La madera pintada tiene muchas formas, ya sea un armario, un zócalo u otro objeto doméstico. Si bien estos artículos no requieren mucho mantenimiento, es importante dar a estas superficies una limpieza adecuada una vez cada pocos meses. Cuando limpie estas superficies, cree una mezcla jabonosa con jabón para platos y agua tibia, y luego limpie la superficie de madera pintada. Si prefieres una alternativa de limpieza, no dudes en utilizar vinagre o amoníaco. Con un poco de cuidado, tus accesorios de madera pintada estarán limpios en un abrir y cerrar de ojos.
Cómo limpiar los muebles de madera usados
El ahumado con amoníaco es un proceso de acabado de la madera que la oscurece y resalta su veteado. Consiste en exponer la madera a los vapores de una fuerte solución acuosa de hidróxido de amonio que reacciona con los taninos de la madera. El proceso funciona mejor en el roble blanco debido al alto contenido en taninos de esta madera. El roble ahumado también se denomina roble ahumado. Otras especies también pueden ser ahumadas, pero normalmente no se oscurecen tanto como el roble blanco. La introducción del proceso se asocia normalmente con el fabricante de muebles estadounidense Gustav Stickley a principios del siglo XX, pero el ahumado ya se conocía en Europa.
La madera que se va a ahumar se coloca en una cámara sellada con todas las superficies que se van a ahumar expuestas al aire que circula libremente. En el suelo de la cámara se coloca un recipiente grande y poco profundo con una solución de hidróxido de amonio y se sella la cámara. Si la cámara es grande o la fumigación se va a realizar durante mucho tiempo, se puede disponer de más de un recipiente o se puede reponer el amoníaco durante el proceso. El tiempo de fumigación depende de la cantidad de oscurecimiento requerida, del tamaño de la cámara y de la fuerza del amoníaco utilizado. Es habitual aceitar la madera después del ahumado para que el efecto sea completo[1].
Cómo limpiar muebles de madera viejos de forma natural
Todos tenemos ese mueble de madera que es especial para nosotros. Tal vez sea una mesita de noche que construyó tu abuelo, o una mesa de comedor de estilo rústico lo suficientemente grande como para que se siente toda tu familia. Puede que sea la estantería que alberga tus cómics antiguos o la estructura de la cama de estilo shaker de la que te enamoraste a primera vista. Sea cual sea esa pieza, querrá mantenerla en buen estado. Con un cuidado y atención regulares, sus muebles de madera pueden evitar la necesidad de reparaciones y lucir lo mejor posible durante años de disfrute.
Un paño húmedo y un jabón suave para vajilla suelen ser todo lo que necesita para limpiar sus muebles. Después de la limpieza, aclare con un paño húmedo sin jabón; luego seque la superficie con un tercer paño. Evite todos los limpiadores que contengan amoníaco; el amoníaco puede dañar los muebles de madera.
Cada vez que limpie los muebles de madera, se desprenderá parte del pulido. El pulido puede ayudar a devolver el brillo y proteger la superficie. Asegúrese de utilizar un pulidor de muebles que no contenga una gran cantidad de alcohol. Los abrillantadores que contienen alcohol pueden dañar los acabados de la madera.
